Nuestra Finca

La masía o Mas Hereu es uno de los cortijos más grandes de la comarca, tanto por su construcción como por la finca donde se asienta la Masía. El edificio principal data de 1777, perfectamente visible gracias a una roseta situada sobre la entrada principal, aunque no cabe la menor duda que los cimientos y parte de la estructura actual pueden remontarse al medioevo. La prueba la podemos encontrar en la arcada redonda o en elementos de piedra que encontramos en las paredes exteriores.

La masía, de construcción rectangular, cuenta con un tejado de cuatro aguas, característica poco común en la región y una de las pocas que queda en la zona.
Alrededor del edificio principal podemos encontrar ruinas de estructuras que probablemente fueron utilizadas para resguardar el ganado de la intemperie.

En aquel antaño, masía y viñedos compartían territorio con otras plantaciones como maíz, trigo, huertos, olivos, avellanos, higueras,… para la explotación autosuficiente que les permitiera la alimentación del ganado y de los miembros de la familia.

También es interesante indicar que Mas Hereu está situado justo delante del Camino Real, que comienza en las tierras del interior de Castilla hasta el Mediterráneo. Este camino era muy utilizado por los ganaderos para trasladar el ganado durante los meses de verano desde las secas mesetas del interior a las zonas más húmedas costeras.

Durante siglos, la masía era conocida como Mas Pallejá, más concretamente durante cinco generaciones anteriores, hasta que la familia Pallejá dejó de tener descendencia masculina, el apellido se sustituyó entonces al de Barceló, propietarios hasta la fecha de hoy de la finca.

Viñedos

Sabemos que la producción de vino en la actual finca se remonta mucho antes de 1777, año de la construcción más reciente de Mas Hereu..
Para hablar de nuestros viñedos, tenemos que remontarnos a sus orígenes. Ya en el año 1162, y siguiendo las ordenes del rey Alfonso I «El Casto», los monjes cartesianos de la Orden de San Bru, se instalaron en la comarca y iniciaron el cultivo de la viña.

Los monjes se ocuparon de la plantación de la viña, de la mejora del cultivo y la elaboración de nuestros antepasados vinos, que fueron cobrando fama y reconocimiento como vinos del Priorato.

La comarca empezó a ser conocida como Priorato a raíz de una zona territorial constituida por siete pueblos que eran sometidos al dominio feudal del Prior de la Abadía. Es de ahí que empieza a llamarse Priorato.
Nuestra actual uva vino precedida de una gran crisis que padecieron las plantaciones, la filoxera. Esta enfermedad que se produjo a principios de siglo, provocó la replantación de las viñas y desencadenó la composición actual de nuestros viñedos, siendo actualmente la uva Cariñena y la Garnacha Negra.

Ya nada tiene que ver la expansión de los viñedos de la zona de Priorato con la de nuestros antepasados, y es que ha raíz del abandono de muchos de los viñedos, se pasó a la replantación de avellaneros, almendreros y oliveros, sobretodo en aquellos terrenos de mayor pendiente y mayor dificultad de cultivo.
En la actualidad, el rendimiento por hectárea es relativamente baja, factor muy característico del Priorat. La producción media por cepa oscila entre los 950 y 1050 gramos.

El clima al que se ven expuestas nuestras tierras es un clima mediterráneo, con secos vientos. Le acompaña una temperatura que alcanza los 6º en el mes de Enero y asciende a los 23º durante los meses de verano y una pluviométrica media anual de 600mm.
Esta entremezcla de valores junto con un clima seco y una escasa lluvia estival crea las condiciones perfectas para una maduración de elevado tenor glucométrico.
Debido a estas condiciones junto con el bajo riesgo de enfermedades durante la época de maduración, hacen que la vendimia sea muy prolongada y que nuestros viñedos hayan sido reconocidos con Denominación de Origen del Priorato.

Nuestros Vinos

De nuestras mejores tierras nuestros mejores vinos.

Nuestros vinos forman sus cimientos en dos tipos de uvas, la Garnacha Peluda y la uva Cariñena.
La Garnacha Peluda, una variedad de uva tinta, se caracteriza por la obtención de un grano de menor color y menor grado alcohólico. Recibe el apodo de «peluda» por sus vellosidades características que recubren el dorso de la hoja la piel. Su cultivo se centra en tierras del Priorato, Terra Alta y Alella.

En cambio, la Cariñena está muy extendida por las zonas de Aragón y Cataluña, la Mancha. Se caracteriza por unos racimos de tamaño medio, muy compactos y de forma cónica, y sus granos son esféricos y de un peculiar color azul-negruzco. Ofrece unos vinos robustos y equilibrados, con gran color y abundantes taninos que la hacen idónea para el envejecimiento.
La unión de estas dos uvas gratamente se complementa ofreciéndonos nuestra base maestra.
Todos nuestros vinos se elaboran utilizando exclusivamente la uva proveniente de nuestra finca, garantizando la calidad desde la cepa hasta el descorche de la botella. La uva se vendimia a indicación del enólogo quien conoce el viñedo y el potencial de cada cepa, ya sea por la situación geográfica de la planta, por la exposición solar, o bien por el drenaje del suelo, la fertilidad, etc.